Home » MODA » Actualidad » Artistas textiles que inspirarán tus diseños
Mundo Textil, Revista de proveedores de la Industria Textil e Indumentaria

Artistas textiles que inspirarán tus diseños

El arte textil se remonta a los inicios de las civilizaciones, tejidos confeccionados para convertirse en objetos decorativos gracias a sus numerosas técnicas, sus materiales naturales y la viveza de sus tonalidades. Actualmente, dentro del universo del arte y de la moda esta disciplina ha vuelto a cobrar importancia gracias a su artesanía. Sin embargo, no sólo el resultado final de la pieza es significativo: muchos artistas textiles —al igual que artistas pictóricos— utilizan esta materia para trasladar sus pensamientos críticos a una galería o a un museo. Hoy, les traemos a siete artistas textiles que mezclan los aspectos más tradicionales con las vanguardias, las tecnologías y la escultura a modo de cápsula de inspiración.

 

Joana Vasconcelos

Esta artista portuguesa utiliza su arte para reivindicar y, sobre todo, para que la mujer tenga voz dentro del mundo del arte. “Hasta que las mujeres tengan los mismos derechos que los hombres, yo seré feminista”, afirmó el pasado mes de junio en la inauguración de su exposición ¨Soy tu espejo¨ en el Guggenheim de Bilbao, donde una enorme pieza de ganchillo de dos toneladas colgaba del techo del emblemático museo. La combinación de tejidos y artesanía es suficiente para diseñar gigantes esculturas que llenan de júbilo y colorido las salas expositivas. Sus técnicas de ganchillo y crochet crean una unión entre la escultura, la confección, los cuerpos y el mundo abstracto; dando lugar a piezas que gravitan, donde varios elementos se yuxtaponen para crear un mundo lejano y (casi) ficticio.

 

Joana Vasconcelos. Egeria, 2018. © Joana Vasconcelos.

 

 

Franjse Gimbrère

Gimbrère explora las profundidades del mundo para transformarlas en arte textil: su interés por la estética desemboca en figuras arquitectónicas donde el color y la geometría ganan protagonismo. Gimbrère —nacida en Tilburg, una importante ciudad textil de los Países Bajos— se graduó en la Academia de Diseño de Eindhoven y, a partir de ahí, emprendió su carrera como diseñadora multidisciplinar para demostrar que su arte no tiene límites: mezcla una gran variedad de materiales y medios (en ocasiones, de manera intuitiva) que nacen de su pensamiento crítico. Sus esqueletos de tonos vivos y apariencia quebradiza conforman un vacío visible que nunca llega a  romperse. Las estructuras son construidas hilo por hilo a partir de configuraciones en 3D, donde las formas se repiten y las líneas se superponen. Esta artista juega a crear infinitas posibilidades dentro del arte textil, transportándonos hasta un universo donde la artesanía se fusiona con las nuevas tecnologías. Una maravilla.

Fransje Gimbrere. Standing Textile(s), 2017. © Franjse Gimbrère.

 

Pia Camil

Esta autora, nacida en Ciudad de México, utiliza su creatividad para denunciar las políticas consumistas. Su lenguaje estético se centra principalmente en la creación de collages a partir de tejidos desechados y comunes. Su exposición más reciente, Fase into Blanc —de este mismo año—, presenta la unión de cientos de camisetas con mensajes culturales que cuelgan del techo como una sola escultura, creando un potente telón negro que va degradándose hasta ser blanco (o viceversa). Sin embargo se trata de una excepción en sus exhibiciones, pues el resto de sus obras suelen tener tonalidades llamativas y contar con colores alegres como Bara, Bara, Bara —que toma el nombre del grito de los vendedores ambulantes de México—.

 

Bara, Bara, Bara (2017). © Pia Camil.

Con esta representación, Camil toma los productos de mercadillos mexicanos que previamente han sido vendidos en Estados Unidos para recalcar el papel de la globalización. Su finalidad es darle una nueva vida estos productos, consiguiendo que las personas interactúen con la pieza exhibida y creando una conexión y una nueva experiencia. Como artista textil, utiliza numerosas telas con taras provenientes de las fábricas textiles, para evocar y enseñar la relación existente entre los sujetos individuales y las grandes producciones de masas. Pie Camil tiene un objetivo claro a la hora de realizar sus proyectos textiles: extrapolar los problemas que más preocupan a su sociedad a una obra de arte abstracta a partir de piezas tan cercanas como los tejidos.

 

Sheila Hicks

Landing de Sheila Hinks en Galerie Frank Elbaz (París, 2014). © Galerie Frank Elbaz / ADAGP.

 

A pesar de que las obras de Hicks han recorrido el mundo gracias a diferentes exposiciones (Nueva York, Chile, México, París…), la artista sigue preguntándose —tal y como afirmó para El País— por qué sus obras están en museos y no en mercadillos. Quizá a simple vista, las esculturas de Hicks pueden parecer hilos enredados aleatoriamente con colores elegidos al azar y sin un orden lógico. Sin embargo, esta artista nacida en Nebraska, enfocó sus obras de arte a través de lo textil para dar voz a las culturas no occidentales (sobre todo a las latinoamericanas) consideradas simplemente un atractivo exótico, donde el arte y el modernismo no tenían todavía su hueco definido en el siglo pasado. Su última retrospectiva, que llegó hace apenas unos meses al Centro Pompidou de París, recupera figuras textiles en forma de coloridas cascadas que pretenden despertar recuerdos escondidos a partir de retales de ropa, utilizando la memoria como el hilo conductor. La artesanía y la arquitectura juegan un papel importante dentro de sus figuras, evocando una abstracción textil donde, como afirma la propia autora, todo puede tener cabida: “para mí no existen las fronteras. Nunca las he aceptado”.

 

Heidi Friesen

Heide Friesen. 3D, Installation & Sculpture. © Heidi Friesen.

Friesen, nacida en Toronto, experimentó el mundo del arte con performances y fotografía antes de adentrarse en los textiles. En 2017 fue una de las finalistas de los premios de artesanía de Loewe gracias a las historias que esconden sus técnicas y colores. Friesen combina antiguos paneles de lino húngaro entrelazados con sedas y algodones naturales para destacar —metafóricamente— las relaciones interculturales del mundo actual y mostrar el poder de comunicación que tienen los textiles. Sus obras juegan con las dimensiones para convertirse en esculturas y, a diferencia de muchos artistas de esta envergadura, Friesen también apuesta por las piezas de moda: convierte su artesanía en bufandas de diseño exclusivo o collares de lana de estilo Neo-Folk. Sus lienzos son, indudablemente, obras de arte tejidas con bordados únicos y delicados.

 

Janet Echelman

Janet Echelman. 1.78 Madrid en la Plaza Mayor de Madrid, 2018. © Joao Ferrand.

Echelman convierte insignificantes redes de pesca en espectaculares obras de arte que cobran vida gracias al viento y a la luz. Tal y como afirmaba a ArchDaily, “la estructura de la escultura es una manifestación de la interconexión: cuando un elemento se mueve, cualquier otro elemento se ve afectado”. Psicodélicas esculturas suspendidas en el aire que nacen a partir de la tecnología y de uno de los artes más antiguos: el arte textil. Sus combinaciones experimentales son un estallido de color y viveza, enormidad y espectáculo, creando un universo futurista y abstracto. Esta artista estadounidense viaja con sus obras por todo el mundo, reconstruyendo los entornos de las ciudades más vanguardistas a partir de sus volúmenes flotantes. Una arquitectura textil que vuela sobre los transeúntes, transformando un espacio corriente en una obra de arte en sí misma.

 

Louise Bourgeois

I Had a Flashback of Something that Never Existed, no. 18 of 34, del libro ilustrado Ode à l’Oubli (2004). © MoMA.

El arte contemporáneo de Louise Bourgeois dejó en un segundo plano su creatividad dentro del arte textil. Sin embargo, dedicó gran parte de su vida a trabajar con telas y de hecho, creció en el taller de restauración de tapicerías de sus padres. Desde aquel momento, la artista francesa comenzó a recopilar retales para transformarlos en piezas de arte. Sus obras giran entorno a su infancia y a sus recuerdos, entorno a su identidad y a su origen: “Mis obras son una reconstrucción del pasado. En ellas el pasado se ha vuelto tangible; pero al mismo tiempo están creadas con el fin de olvidar el pasado, para derrotarlo, para revivirlo en la memoria y posibilitar su olvido”, decía sobre sus propias creaciones. Sus bordados evocan los años de niñez, y su pasión por ellos creció tras la muerte de su madre; Bourgeois sentía que tejiendo se acercaba más a ella y a su recuerdo. Su objetivo fue crear una cura para las intensas emociones que sentía, y no cabe duda de que consiguió materializar toda la nostalgia que invadía su mente dejando un legado plagado de añoranzas y sentimientos a flor de piel.

 

Fuente: ItFashion

About mundotextil