La importación de indumentaria premiun dejó en concurso de acreedores a marcas de primera
línea como consecuencia de la crisis cambiaria, debido a que compraron grandes lotes para la
campaña del verano próximo con costos a $19 por dólar pero que deberán afrontar sus pagos a
$28, lo que significó un aumento de costos proyectados del 40%, siempre y cuando se mantenga
la paridad. El esquema económico se sumó a la “tormenta perfecta” que atraviesan las fábricas y
comercios del sector, afectadas por la retracción del consumo, la presión impositiva récord y las
elevadas tasas de financiación.
Fuentes del sector consultadas por BAE Negocios confirmaron que varias de las empresas que
venden marcas de primer nivel ingresaron en crisis porque “compraron en el exterior las prendas
de la campaña de verano a $19, con pagos a 60 y 90 días, y ahora deben pagarlas a $28, lo que les
generó una crisis financiera muy compleja y casi terminal”.
Wanama y Legacy son las dos marcas que confirmaron la convocatoria de acreedores ante los
confl ictos en sus cuentas. A estas, se le sumarían Stone, Akiabara, Bendito pie, Garçon García y
Agarrate Catalina.
Además, se podrían sumar, según información del sector, Run Run, Tucci, Zohue y Muaa, entre
otras fi rmas de primer nivel del sector indumentaria.
En la grave situación tuvo una fuerte incidencia la retracción del consumo, con un mercado interno
a la baja, que “se profundizará en los próximos meses”. Según fuentes consultadas, esta situación
es “apenas el preludio de lo que va a suceder”, y se lamentaron de que el Gobierno a pesar de
haber admitido una situación de crisis para el segundo semestre, no tome medidas al respecto.
De este modo, la fiebre importadora que entusiasmó a empresarios mercantiles, a partir de la
apertura comercial que implementó el gobierno de Cambiemos desde diciembre de 2015 y que
llevó a una crisis profunda a la industria textil argentina, generó un efecto contrario.
“Hay funcionarios que no están midiendo realmente lo que va a suceder, que es mucho más grave
de los pensado”, le dijo a este diario uno de los referentes de la indumentaria. Entre las
particularidades de la situación están los conflictos financieros a partir de la falta de recursos
competitivos para hacer frente a los “ahogos” que sufren las empresas ante la crisis.
De hecho, se lamentaron que las entidades financieras hayan “desarmado” el acuerdo
gubernamental de tasa cero para las cuotas fijas en 3, 6 y 12, que ahora tienen un costo del 7,5%
para los bancos y que sumado a los costos tributarios llegan a un 10% del costo de la ropa”.
Sin acceso a préstamos por líneas financieras “inaccesibles” para enfrentar la crisis y con una
fuerte retracción del consumo, las empresas admitieron que la temporada de verano será “la
medida de la continuidad de los negocios de empresas locales y de franquicias internacionales con
participación nacional”. “Hay muchas marcas que están muy mal, pero ese listado se va a
incrementar porque lo que viene es mucho peor”, admitió a este diario un empresario textil.
Fuente: 10/08/2018 BAE – Nota – Economía y Finanzas – Pag. 4 – Escribe: Ariel Maciel