Basandonos en el último informe realizado por el equipo del Observatorio de Tendencias del INTI que anticipa los caminos que tomará la moda en la próxima temporada estival, compartimos este informe con los seis ejes en tendencias para el verano 2021. Los profesionales del Observatorio de Tendencias del Instituto Nacional de Tecnología Industrial analizan permanentemente tendencias para trazar el rumbo que recorrerá la moda en cada temporada. En esta oportunidad presentan seis ejes para darle sustento y contenido al próximo verano 2021, aportando los conceptos y lineamientos necesarios a la hora de diseñar y definir la orientación de una colección.
SUNSET
Imágen de izq. a der: Hermes, Saint Laurent y Fendi.
Tomando la metáfora de un amanecer, se revela una colección de prendas relajadas, sueltas, con aires deportivos y un estilo que combina referencias a los años 70 y la libertad del verano. El espíritu de los 70 se imprime en prendas de carácter deportivo pero elegante. Los conjuntos se centran en faldas y shorts que se combinan con una gran variedad de prendas de vestir exteriores, algunas de perfil utilitario y otras de impronta femenina. Gamuzas microperforadas, pieles y algodón orgánico se superponen a gazas y materiales translúcidos.
Silueta bombee, hombros redondeados y grandes cuellos y solapas. El largo modular superior sube a la vez que la prenda inferior ancla en la cintura. Short como tipología de temporada. Juegos visuales por superposición de texturas y tipologías amplias definen la silueta.
Hay una fuerte apuesta a las combinaciones de tejidos. Cuadros, tejidos y jacquards que repiten dibujos geométricos y figuras abstractas van conformando un collage. Polera y camisa con cuello en pico fijan el look en una estética retro. Las siluetas son amplias, con poco entalle, y la solapa varía en su tamaño hasta desaparecer por completo.
Gamuza ligera para chaquetas, pantalones y faldas. Se combina con cuero para acentuar la uniformidad pero con matices de texturas. Los pantalones anclan en la cintura al igual que los abrigos mediante cinturón o lazo. Una vuelta pop y estridente a la naturaleza. Prendas con una amplia carga ornamental con efectos ópticos complejos y delirantes y con gran presencia de colores saturados.
La blusa eduardiana de cuello alto y manga larga, con lazos y transparencias. Comienzan a surgir estampas para esta tipología. Las túnicas y capas ligeras son los nuevos trenchs nómades. En textiles rústicos o tecnológicos, ligeros y translúcidos, presentan motivos geométricos y tribales, rayas ikat, cuadros, shibori, rayas y puntos de encaje. Los largos midi siguen dominando pero los largos maxi avanzan.
El neo hippie se luce en prendas bordadas con hilados fantasía y pedrería de motivos orgánicos. Vestidos de lujo románticos. Tules y encajes labrados con transparencias e hilados fantasía aportan texturas táctiles y visuales. Tejidos livianos que se adaptan al cuerpo con caída se combinan con denim y cuero para un estilo urbano.
CONFORT
Imágen de izq. a der: Givenchy, Boss, Givenchy y Concept Corea.
La búsqueda de la comodidad y el confort lleva propuestas minimalistas con hombros exagerados estilo 80, donde varían los entalles y las siluetas. Conjuntos de algodón camisero estilo pijama y superposiciones de prendas simples, livianas y uniformes, juegos de largos modulares y variaciones de entalle. Prendas de formas simples, sastrería holgada con guiños a la indumentaria oriental y al streetwear. Superposiciones, asimetrías, juegos de largos modulares y ausencia completa de elementos son algunas de las ideas que se desarrollan. La camisa se reemplaza por prendas tipo túnicas.
Los clásicos se redefinen mediante una estética minimalista. Las siluetas se trabajan por superposiciones y con mínimos recursos de diseño. Los planos envuelven al cuerpo trazando líneas diagonales y pliegues orgánicos de mínimo ajuste. Se valen de nudos como recursos estéticos, para conformar la silueta y para generar frunces y pliegues.
Conjuntos en denim responden a la estética de los 90. Tejidos lavados y silueta mixta que combina amplitud en la parte superior y recta en la inferior, de look visual robusto.
El estilo burgués francés integra elegancia con prendas urbanas en una estética desprejuiciada. Blusas de gasa con recursos femeninos se contraponen a prendas en denim y gabardina. Falda lápiz y falda recta por debajo de la rodilla como tipologías de temporada. Sastrería amplia monocromática en blanco. La estética abarca desde algo más minimalista y deportivo a clásico y formal.
Lunares como patrón de temporada en sus infinitas combinaciones. Se propone modificar la escala, disposiciones irregulares, variaciones de fondo y figura y combinaciones con accesorios. La mayoría de las propuestas fueron en azul, blanco y negro pero aumentan las variables.
El vestido camisero de algodón en tejido plano aparece con variables para generar pliegues, combinar con otra tipología y modificar materialidad. Las camisas o remeras de largo modular variable que se transforman en túnicas, variando también su amplitud.
El cuero, asociado al invierno, desde hace varias temporadas tiene una fuerte presencia también en verano gracias a la tecnología aplicada, que lo hace cada vez más liviano y versátil. El material varía su estructura para conformar diferentes tipologías. Se destacan los conjuntos planteados con el cuero como único material. El croco como variante al cuero tradicional. Estética que combina lo deportivo, lo urbano y lo formal.
Desde hace varias temporadas se propone el jumpsuit o monoprenda, tanto para hombre como para mujer, en diferentes versiones. Traslúcida estampada haciendo un juego visual con las prendas inferiores, minimalista de corte sastrero y sin mangas, estilo kimono y deportiva.
El concepto de uniformidad adquiere diferentes lenguajes. Conjuntos resueltos desde el uso del mismo textil en todas sus prendas, monocromos, estampas o alusión a los uniformes de distintas actividades. La sastrería clásica empieza a incluir técnicas propias de la alta costura, estableciendo una nueva manera de romper con el binarismo de género. Se proponen chaquetas que incluyen plumas, prendas híbridas, cambios de materialidades y referencias a vestidos clásicos.
El rainwear como rubro ya está establecido en las pasarelas. Las prendas varían de corte sastrero a deportivo. Las propiedades de los materiales sintéticos modifican la rigidez, opacidad y transparencia en cada propuesta.
NATURAL
Imágen de izq. a der: Dior, Dolce and Gabbana, Alberta Ferretti y Oscar de la Renta.
El amor por la tierra se define en prendas de algodón, lino y rafias rústicos, con efectos desgastados y arrugados permanentes. Texturas terrosas y románticas se llevan en siluetas amplias que se conforman por superposición de líneas similares.
Las flores se imponen como motivo dominante y aparecen en prendas completas. Se enfatiza el efecto visual combinando prendas diferentes pero con el mismo patrón.
El jardinero como prenda que referencia el trabajo manual se materializa en tejidos pesados y durables como denim, gabardina y gamuza. Etiquetas por fuera para comunicar sustentabilidad. Prendas utilitarias, pensadas desde la funcionalidad, con guiños a la estética safari. Múltiples bolsillos, pantalón cargo, camisacos y chaqueta monomaterial generan un efecto de uniformidad. Tonos kaki, neutros y verdosos. Bandoleras, mochilas y riñoneras acompañan como accesorios.
Los efectos desgastados y los degradé de colores con variedad de matices proponen una analogía sobre la idea del paso del tiempo y de prenda envejecida o desteñida por el sol. El batik y las diferentes técnicas de teñido por reserva siguen presentes de temporadas anteriores como método de teñido artesanal y sustentable. Los efectos pueden variar desde líneas finas y sutiles a franjas contrastantes.
Patrones en pinceladas desdibujadas que reinterpretan códigos naturales, flores exóticas y saturadas de color, explosión de follajes sobre fondo negro. Misteriosas criaturas y vegetación. Cebras, jirafas y loros se destacan, sus plumas y pieles son libremente reinterpretadas. Ornamentos de reptiles y serpientes recorren el cuerpo en forma de joyería y accesorios. Los materiales translúcidos en trenchs y abrigos generan un efecto visual con las prendas inferiores para acentuar la propuesta. Rayas multicolores en diferentes escalas, tanto en tejidos planos como de punto.
Esperanza verde: Alemania presentó un Botón Verde, la primera etiqueta sustentable perteneciente a un gobierno, que busca mejorar la manufactura textil. Los productos con el Grüner Knopf deben alcanzar 26 estándares sociales y ambientales. El ícono reconocible intenta ayudar a los consumidores a la hora de comprar ropa, a prestar atención a la sustentabilidad y adquirir más productos realizados de manera justa y ecológica.
MAXIMALISTA
Imágen de izq. a der: Alexander Mc Queen, Valentino, Vera Wang, Louis Vuitton.
Looks simples y atemporales. Volúmenes en color con una silueta bombee en textiles de mano seca y algodonosa. Cintura acentuada o siluetas balloon o trapecio, que aumentan su popularidad. Estructuras de miriñaques ponen acento en las caderas que comienzan lentamente a desplazar los grandes hombros ochentosos y victorianos. Los bordados son barrocos. Detalles históricos y volados asimétricos se lucen en jacquard y brocatos con hilos metálicos y superficies laminadas. En esta temporada, los textiles bordados requieren un alto grado de habilidad artesanal. Motivos principalmente florales añaden opulencia a las mangas amplias, corsetería y grandes peinados que se combinan con prendas modernas como shorts y bermudas, pantalones pinzados y faldas tubulares.
Encaje y tul en vestidos campestres y románticos. Los volados de tul agregan un toque romántico al minimalismo de la temporada y a la vez dan movimiento, volumen y fluidez. Los hombres incorporan mangas y ruedos en hoodies. Las mangas puff exageradas continuarán durante 2020 en tops, camisas, chaquetas livianas y, sobre todo, vestidos.
Evolucionando de la tendencia del invierno, siguen los vestidos negros abundantes y voluminosos. Entre tules, encajes y plumetí aparece también el cuero y la actitud rebelde que revive el recuerdo de una angustia existencial adolescente.
ARTESANAL
Imágen de izq. a der: Chanel, Alexander Mc Queen, Stella Mc Cartney, Fendi.
Lujo Craft: los encajes y pañuelos bordados en patchwork remiten a una imagen bohemia refinada, moderna y nada anticuada. Construcciones meticulosas de chantilly y encaje margarita en bordes o paneles enteros. Esta resurrección de técnicas artesanales antiguas adhiere a los principios de moda lenta, que valora las prendas hechas para la longevidad.
Broderie Anglaise: patrones intrincados y bordados irregulares. Composiciones en prenda y ruedos siguiendo los motivos del bordado. En vestidos y blusas pero también en bermudas, pantalones y camisería. Conviven con calados de vainillas artesanales que unen paneles de tela. Rayados mate y brillosos en tonos naturales de seda/algodón. Los flecos se multiplican, ya lejos del western, en diferentes materiales y largos. Conjugando minimal y artesanal en raffia, hilos de seda o listones de cuero. Como parte de prendas o a modo de collares/accesorios. Se llevan también en sastrería.
Los estampados artesanales y folk se lucen en siluetas cómodas de los 80 y 90. Los pantalones pinzados y amplios siguen teniendo gran presencia. El acento en cintura, con detalles como cintos de cuero o sogas. Cinturas altas y fruncidas. Estampas atemporales, multiculturales y bohemias, rayas, flores grandes y diminutas, paisajes, lineales de mosaicos y espirografías. Los cuadros pierden presencia.
Crochet en maxivestidos, capas, sweaters e incluso trajes. Hay algo especial en estas técnicas lentas, hechas a mano, que pueden ser pasadas de generación en generación. Además el tejido abierto lo hace ideal tanto para la playa como para la ciudad.
Mayormente rayados, dos o tres piezas, y en silueta columna, el knit dress es una oportunidad para reutilizar fibra reciclada o remanente en bloques de color, rayas o jacquards ópticos. Tecnologías seamless para menor residuo. En clave romántica, también se los lleva fluidos y con más volumen en la falda, con acanalados, micro plisados, ruches, drapeados y volados en 3D. Con puntos calados para textura y mayor liviandad. En colores neutros cálidos y pasteles. Neo batik: el tye dye es dominante en estampados, junto a los efectos derramados y dibujos acuarelados que complementan este recurso visual.
BODY POSITIVE
El Sex Power encuentra su espacio en lingerie subversiva, corsetería, arneses de cuero, encajes translúcidos y tazas de bustier que dominan la escena. Escotes sinuosos y profundos, que apenas cubren lo necesario y nunca pasan inadvertidos, ya que el efecto fondo/figura se vuelve protagonista con sus curvas y contracurvas, requiriendo una gran habilidad de moldería. Se complementan por siluetas minimal muy noventosas. Se juega con capas translúcidas superpuestas, en contraste con conjuntos de formas recatadas. Se suman prendas de camisería y sastrería que incluyen menswear. Textiles en gasa poliéster reciclado, organza y viscosa reciclada.
El corpiño se convierte en un elemento clave del armario de este verano. Debajo de prendas translúcidas o blazers sastreros, el bra también funciona como protagonista, sin nada arriba, o se exhiben con tazas estructuradas y sobre las camisas. Los corsets son tan noventosos como renacentistas, y salen a la calle acentuando la cintura con ballenas y transparencias. Gen Fem, para las nuevas generaciones. Lo femenino representa la fortaleza. El menswear se transforma y abraza su femineidad.